Al-andalus

La expansión del Islam

Etapas de la expansión.
A lo largo de la Edad Media, los musulmanes crearon un gran Imperio que atravesó tres etapas:

  1. El califato ortodoxo (632-661): Tras la muerte de Mahoma en el año 632, los ejércitos musulmanes expandieron el Islam a través de la yihad o guerra santa. Durante este califato, el Islam controló toda la península
    Arábiga, Persia y Egipto, y surgieron los primeros enfrentamientos con el imperio Bizantino. La capital del estado está en Medina. A la muerte de Alí, el yerno de Mahoma y su último descendiente, la familia Omeya subió al poder.
  2. El califato Omeya (661-750): Trasladaron la capital del Imperio a Damasco y organizaron el territorio en emiratos o provincias. En esta etapa se produjo la máxima expansión del Imperio islámico: los ejércitos musulmanes conquistaron extensos territorios desde Persia hasta la península Ibérica. El avance por Europa fue frenado por los francos en el año 732. Una rebelión palaciega acabó con todos los Omeya muertos, excepto el príncipe Abderramán, y subió al poder a Abul Abbas y sus sucesores.
  3. El califato Abasida (750-1258): La capital pasó a ser Bagdad. Se multiplicaron las luchas por el poder y el Imperio comenzó a desintegrarse. Fue una época de gran desarrollo urbano, comercial y cultural. Los Abasidas perdieron el control sobre muchos territorios, como Al-Ándalus, en la península Ibérica. En el s. XIII los turcos se
    hicieron con el poder efectivo, aunque el imperio mongol conquistó la capital y acabó con los Abasidas.

El desarrollo cultural

En la Edad Media, los musulmanes difundieron grandes inventos de oriente por Europa, como la brújula, la pólvora, el ajedrez o el papel. Destacaron en diferentes campos:


Astronomía: catalogaron estrellas y constelaciones.

Matemáticas: difundieron el 0 y los números arábigos (llamados así en su honor), inventaron el álgebra y perfeccionaron la aritmética y la trigonometría.


Medicina: fueron extremadamente capaces en la medicina, desarrollando la cirugía, la anestesia y los hábitos de higiene, con médicos de fama mundial como Avicena o Averroes.


Agricultura: expandieron nuevos cultivos orientales por occidente, como el arroz, la naranja, la morera, el
azafrán o el melocotón entre otros. También desarrollaron nuevos sistemas de riego como las norias o las
acequias.

Literatura: fueron el principal transmisor en Europa de la cultura grecolatina, fomentándola con miles de bibliotecas y escuelas, siendo las más destacadas las de Bagdad, Córdoba, Damasco o El Cairo, las ciudades más cultas del mundo. Prueba de esa rica literatura son los célebres cuentos de Las mil y una noche.

La conquista de Al-Ándalus

En el año 711, el reino visigodo atravesaba una guerra civil entre Rodrigo y Agila por la sucesión al trono. Agila pidió ayuda a los musulmanes del norte de África y derrotaron a Rodrigo en la batalla de Guadalete, que murió en el
combate. Los líderes musulmanes Musa y Tariq ocuparon después Sevilla, Córdoba y Toledo, la capital visigoda.
Encontraron poca oposición y, en tan solo cuatro años, habían ocupado la mayor parte de la Península, excepto una escasa franja al norte. Las causas de tan rápida ocupación son dos: la división de los nobles visigodos, que no les permitió organizar una defensa efectiva, y la indiferencia del resto de la población, cansada de los conflictos entre visigodos y viendo en el Islam una posibilidad de orden y un gobierno mejor.

El emirato dependiente: 718-756.

Los musulmanes llamaron al territorio por ellos ocupado Al-Ándalus y establecieron la capital en Córdoba, organizando así un emirato (al frente del cual estaba un emir) o valí que gobernaba bajo la autoridad del Califa, que residía en Damasco.

El emirato independiente: 756-929.

Una revuelta dirigida por los Abasidas en el año 750 contra la familia califal de los Omeya acabó con todos sus miembros excepto el príncipe Abderramán (Abd al-Rahman) que huyó de Damasco y se refugió en Al-Ándalus, el extremo del imperio. Con el prestigio de su familia, ocupó el territorio andalusí y en el 756 se proclamó emir independiente políticamente de los nuevos califas, aunque respetaba su autoridad religiosa. Esta larga etapa se vio salpicada de conflictos contra los reinos cristianos del norte y las revueltas internas cuando los emires eran más débiles.

La evolución de Al-Ándalus (929-1492)

El Califato de Córdoba: 929-1031.

Abderramán III heredó el trono y, en el año 929, se proclamó
califa. Le ayudaban el hayib o primer ministro, y los visires; los valíes
gobernaban en las provincias y en las marcas fronterizas. En el año 976,
el gobierno quedó en manos de Almanzor, un hayib y gran general que
emprendió numerosas campañas de saqueo o razias contra los reinos cristianos del norte.
El califato de Córdoba fue el periodo más brillante de la historia andalusí, con la mezquita de Córdoba como máximo exponente del arte hispanomusulmán.

Los reinos de taifas: 1031-1086

Tras la muerte de Almanzor hubo muchas luchas internas, hasta
que en 1031 se depuso al último califa de Córdoba. El califato se
dividió en numerosos reinos o taifas con profundas divisiones étnicas y
políticas, que se enfrentaron continuamente entre sí. Fue una etapa de
fuerte crisis política, pero de gran brillantez cultural, destacando
Sevilla, Zaragoza o Toledo. La fuerza militar de los reinos cristianos
era cada vez más fuerte, exigiéndoles a las taifas un tributo para no
ser atacados (parias). En 1085, Toledo cayó en manos cristianas.
Entonces, los musulmanes pidieron ayuda a los almorávides,
guerreros bereberes del norte de África.

Los imperios norteafricanos: 1086-1248

Los almorávides llegaron a la península Ibérica para frenar el avance de los reinos cristianos. En 1089 ocuparon varias taifas, pero los avances cristianos y la impopularidad de algunas de las medidas que tomaron provocaron revueltas.
En el siglo XII, los almorávides fueron sustituidos por los almohades. En las Navas de Tolosa (1212) fueron derrotados por los cristianos. El Imperio almohade se desintegró y los cristianos conquistaron casi toda Al-Ándalus.

El reino nazarí de Granada: 1248-1492

Tras la desaparición de los demás reinos de taifas, el reino nazarí de Granada se convirtió en el último territorio musulmán en la Península. Era débil aunque rico, y durante más de dos siglos fue vasallo de Castilla. Alcanzó su esplendor en el siglo XIV, con un desarrollo cultural cuyo mejor símbolo es el palacio de la Alhambra. Pese a ello, los enfrentamientos internos lo debilitaron tanto que acabaron facilitando la conquista cristiana por los Reyes Católicos en 1492

Las ciudades andalusíes

Las ciudades andalusíes.

La cultura islámica en general, y por tanto la
andalusí, eran principalmente urbanas. Las grandes
ciudades solían tener los mismos elementos:
1ºMedina: el centro de la ciudad.
2ºAljama: mezquita principal.
3ºAlcázar: fortaleza y sede del gobierno.
4ºZoco: mercado.
5ºHammam: baños públicos.
6ºArrabal: barrios populares por fuera de las
murallas.
7ºAlquerías: fincas agrarias.

La próspera economía

La mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura. Desarrollaron técnicas de regadío (norias y acequias) e introdujeron nuevos cultivos (arroz, limones, naranjas, azafrán). Los artesanos desarrollaron en las
ciudades una artesanía de calidad. Al-Ándalus fue también un activo centro comercial. Exportaba productos artesanos e importaba oro y esclavos. Se utilizaban dos monedas: el dinar de oro y el dirhem de plata.

La sociedad andalusí.

La sociedad andalusí era heterogénea. El grupo más
poderoso era el de los conquistadores y sus descendientes
árabes o bereberes. El resto de la población se organizaba
según criterios religiosos:
1ºLos muladíes eran antiguos cristianos convertidos
al Islam.
2ºLos mozárabes eran los cristianos que continuaron
practicando su religión.
3ºLos judíos eran una minoría muy activa
económicamente.
4ºLas mujeres estaban sometidas a la autoridad de
su padre o marido.
5ºLos esclavos formaban el escalón social más bajo

La cultura y el arte andalusíes

El legado cultural.

La prosperidad económica y la tolerancia intelectual ayudaron a que en Al-Ándalus se desarrollara una cultura espléndida, sobre todo durante la época califal y las primeras taifas. Su auge comenzó en el siglo X, gracias al califa AlHakam II, que creó una gran biblioteca.
La poesía tuvo un gran desarrollo y también destacaron importantes pensadores musulmanes y judíos, como Avicena, Avempace, Averroes o Maimónides, que comentaron las obras de los grandes filósofos clásicos.
Los musulmanes dejaron una enorme impronta en la cultura que aún hoy es fácilmente perceptible en las viviendas, la gastronomía, la arquitectura o el idioma.

La arquitectura andalusí.

Características generales:


1ºEdificios más representativos: mezquitas, baños públicos, castillos y palacios.
2ºMateriales pobres, como el ladrillo.
3ºDecoración abundante: motivos vegetales y geométricos, e inscripciones con versos del Corán, alabanzas y poemas, por la prohibición del Islam de representar personas y animales.
5ºColumnas y pilares, y gran variedad de arcos: de herradura, de herradura apuntado, polilobulados…
6ºCelosías y vidrieras, que conseguían juegos de luz y sombra.
7ºGusto por el agua: fuentes, albercas o piscinas.
8Techos planos de madera y cúpulas, para cubrir los edificios.

Se desarrollaron varias etapas:
Arquitectura califal: Mezquita de Córdoba (fotografía 1). Arquitectura de las taifas: palacio de Aljafería de Zaragoza (fotografía 2).
Arquitectura almohade: La Giralda y la Torre del Oro, ambas en Sevilla.
Arquitectura nazarí: La Alhambra de Granada (fotografía 3).