Cultura y arte románico

La cultura en el Románico

La sociedad de la Edad Media era esencialmente rural, y la mayoría de los fieles, analfabetos. Tan solo algunos clérigos y nobles sabían leer y escribir. Era en las iglesias donde los feligreses aprendían la religión y las normas de comportamiento cristiano.
El clero fue el principal depositario de la cultura en la Edad Media, y los monasterios se convirtieron en los centros de estudio más importantes hasta la creación de las universidades en el siglo XII. En ellos había escuelas donde se enseñaba a leer y a escribir, se aprendían materias científicas y se transmitían los principales saberes.
El latín siguió siendo la principal lengua de transmisión de la religión y la cultura. En esta lengua se celebraban las misas en las iglesias y estaba escrita la Biblia, así como la mayoría de libros. Las lenguas derivadas del latín y que empezaron a hablarse en la alta Edad Media se llamaban romances (español, francés, italiano, rumano…).
Las grandes bibliotecas donde se recopilaba el saber se hallaban en los monasterios. En su scriptorium, los monjes copiaban a mano sobre pergaminos los libros de la Antigüedad y los ilustraban con miniaturas. Lo mismo hacían con los nuevos tratados religiosos, filosóficos y científicos.

Un arte internacional y religioso

Durante la Plena Edad Media existió un estilo artístico que llamamos Románico. Se dio entre los siglos XI y XII y nació en Francia. Se extendió por un amplio número de territorios, manteniendo características comunes en todos ellos, por lo que lo podemos definir como un estilo internacional.
Otra de sus características más destacadas fue la gran influencia que la Iglesia tenía en el arte. El principal motivo es que la Iglesia financiaba las obras artísticas para conseguir la representación de su mensaje y de las escenas de la Biblia para una población principalmente analfabeta. Por eso encontramos un gran número de edificios religiosos: iglesias, catedrales y monasterios.
Dentro del Románico destacan las iglesias de planta de cruz latina, los monasterios en los lugares aislados siguiendo el modelo benedictino del Cluny con abundantes edificios a lo largo de las rutas de peregrinación religiosa.

La arquitectura románica

Las características generales de la arquitectura del Románico son:
-Uso de la piedra.
-Bóvedas de cañón y de arista y cúpulas.
-Arcos de medio punto.
-Gruesas columnas y pilares.
-Muros muy gruesos con contrafuertes y pocas ventanas.
-Las iglesias tiene planta de cruz latina:


-El brazo largo tenía una o varias naves: la nave central tenía bóveda de cañón y las laterales de arista.
-El brazo corto se llama transepto.
-Ábside con girola.

Ejemplos de este estilo son San Martín de Frómista, en Palencia, y San Sermín de Toulouse, en Francia.

La escultura románica

Las características generales de la escultura del Románico son:
Función didáctica por su temática religiosa.
Las esculturas están pintadas con colores fuertes y se adaptan a la arquitectura.
Las figuras humanas son esquemáticas, sin naturalismo.
Los vestidos son rígidos y tapan la mayor parte del cuerpo.

Dentro de la tipología de la escultura encontramos en primer lugar los relieves; los hayamos en los capiteles de las columnas y en las portadas de las iglesias, concretamente en sus arquivoltas, jambas, el parteluz y sobre todo en los tímpanos, donde destacan las representaciones del Pantocrátor y los tetramorfos. En el segundo tipo, la escultura exenta, las principales obras son de la Virgen con el Niño o del Cristo crucificado sin mostrar aparente sufrimiento.

La pintura románica

Las características generales de la pintura del Románico son:
Decoración de templos: subordinada a la arquitectura (muros y bóvedas).
Uso de vivos colores para dar expresión, con líneas gruesas en contornos, cara y ojos.
Función religiosa y didáctica.
Figuras jerarquizadas, esquemáticas, planas y rígidas.
Sin paisajes de fondo.
Temas: Pantocrátor, tetramorfos, Virgen con el Niño, santos, Reyes Magos…

Dentro de la tipología de las pinturas tenemos la pintura mural, con la técnica del fresco (sobre una base de mortero de cal se pintaba directamente) especialmente en los ábsides de las iglesias, la pintura sobre tabla, con la técnica del temple en altares y retablos de las iglesias, y por último las miniaturas en los manuscritos de biblias o códices iluminados con vistosos colores y hechos a mano.

El Románico en la península Ibérica

Arquitectura

El Románico español tiene dos etapas bien diferenciadas. El Románico inicial se dio desde finales del siglo X hasta inicios del XI, entrando el estilo desde Europa a través de Cataluña y Aragón. El Románico puro lo encontramos ya en el resto de los reinos cristianos durante los siglos XI y XII.
Podemos dividir el Románico en tres estilos. El Románico lombardo, venido desde el norte de Italia, levantaba iglesias de pequeño tamaño con una decoración específica llamada lombarda. Los mejores ejemplos son Santa María y San Clemente, ambas en Tahull, Lérida.
El Románico francés, introducido en la península por Sancho el Mayor de Navarra es el más reconocible a lo largo del Camino de Santiago. Algunos de sus ejemplos son las catedrales de Santiago de Compostela y Zamora, la iglesia de San Martín de Frómista en Palencia y el monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos.
El Románico mudéjar incorpora elementos del arte andalusí, como su característico uso del ladrillo, como por ejemplo San Tirso de Sahagún, en León.

Escultura y pintura.

En la escultura la influencia francesa llegada a través del Camino de Santiago es muy clara, como se aprecia en el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, el claustro de Santo Domingo de Silos o el pórtico del monasterio de Leyre, en Navarra. Dentro de la pintura desacatamos los frescos de San Isidoro de León y de Santa María y San Clemente de Tahull.

ARCO DE MEDIO PUENTE

BOVEDA DE ARISTA

BOVEDA DE CAÑON

BOVEDA EN CRUCERO

PLANTA DE IGLESIA ROMANA
CATEDRAL ROMANICA
IGLESIA ROMANICA