LA REVOLUCIÓN RUSA

6.1. Introducción: El alcance de la Revolución Rusa
6.2. El Imperio ruso zarista
6.3 La revolución soviética
6.4 La dictadura de Stalin.
6.5.El sufragio de la mujer

6.1. El alcance de la Revolución Rusa

La revolución rusa fue uno de los acontecimientos clave de la historia del siglo XX. La primera guerra mundial sometió a tensiones brutales a la sociedad rusa y provocó la revolución que acabó con la autocracia zarista. Tras una efímera experiencia liberal, en noviembre de 1917 triunfó la primera revolución comunista de la Historia.
Lenin dirigió con mano de hierro al nuevo estado soviético a través de un período de horror y calamidades. La primera guerra mundial, la revolución y la guerra civil golpearon duramente al tejido social ruso.

1917-2017: un siglo de la revolución rusa - Noticias Más Periódico - El  Periódico Extremadura


Stalin, su sucesor, concluyó la construcción de la dictadura comunista. La economía fue centralizada por el Estado y el poder político quedó en manos del dictador que controlaba férreamente al partido comunista y a la sociedad soviética. El terror estalinista configuró uno de los grandes regímenes totalitarios del siglo XX.

6.2. El Imperio ruso zarista

En 1914 el imperio zarista era una gran potencia que se extendía por veintidós millones de kilómetros cuadrados a lo largo de Europa y Asia y contaba con ciento setenta millones de habitantes.
Aunque los campesinos analfabetos seguían siendo la mayoría de la población del imperio, la inversión extranjera propició una intensa industrialización en ciertas áreas. El sistema político seguía, sin embargo, inalterado. Rusia era una autocracia con un Zar con poder absoluto. El último zar fue Nicolás II, que dio fin a la dinastía de los Romanov Diversos grupos clandestinos luchaban contra la monarquía rusa. Entre ellos, destacaba un pequeño grupo de marxistas revolucionarios dirigidos por Lenin. Conocidos como los bolcheviques, defendían una visión radical de marxismo con la disciplina propia de una organización clandestina.
La guerra mundial iniciada en 1914 fue especialmente dura en Rusia. En un país atrasado, el esfuerzo bélico (a mediados de 1915 los rusos habían sufrido más de dos millones de bajas) y la escasez de alimentos y combustible derrumbaron la moral de guerra de la población. Rusia se convirtió en el caldo de cultivo perfecto para la agitación revolucionaria. La situación terminó por estallar en marzo de 1917.

6.3 La revolución soviética

Las penalidades de la guerra aumentaron el descontento de la población. Las derrotas en el frente, la escasez, el hambre llevaron a que en febrero de 1917 las protestas se extendieran en San Petersburgo. La negativa de las tropas a reprimir a la población precipitó la abdicación del zar y la proclamación de la república.

Revolución Rusa | bbcgealf

Esta revolución fue de inspiración liberal impulsada por intelectuales y burgueses.
La revolución se radicalizó muy pronto. En octubre de 1917 los bolcheviques, dirigidos por Lenin y Trotsky, ejecutaron un golpe de estado que les llevó al poder. Rusia firmó el armisticio con Alemania en diciembre de ese año.
El golpe fue un éxito y Lenin se puso al frente de un gobierno formado por militantes bolcheviques. El nuevo gobierno repartió la tierra entre los campesinos y firmó el armisticio con Alemania, sacando a Rusia de la primera guerra mundial. Desde un principio, los comunistas, como empezaban a ser denominados los bolcheviques, fueron estableciendo las bases de la dictadura. En diciembre de 1917, un decreto creó la Checa, la policía política.

El triunfo bolchevique no fue fácil. Inmediatamente una coalición anti-bolchevique, apoyada por los países de la Entente, organizó el Ejército blanco que se enfrentó durante más de tres años al Ejército rojo comunista en una cruenta guerra civil. Tras la victoria bolchevique, en 1922 nació la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

La muerte de Lenin en 1924 abrió por la lucha por la sucesión entre Trotsky y Stalin. La victoria de este último llevó al establecimiento de una cruel dictadura totalitaria en la URSS.

6.4 La dictadura de Stalin

A fines de los años 1920, Stalin había asentado su poder sobre estado soviético. Rápidamente tomó una decisión trascendental: era posible construir el socialismo en antiguo imperio ruso y para ello era necesario lanzarse a un proceso de industrialización acelerado.
Esta decisión se articuló en dos grandes medidas económicas:

• La colectivización de la agricultura. Una medida que tuvo un enorme coste social y un escaso éxito económico.
• La planificación central de la economía. Basada en la propiedad estatal de industrias y servicios, el gobierno elaboró planes económicos quinquenales que debían llevar a la vieja Rusia agraria a convertirse en una potencia industrial, objetivo que se alcanzó en gran medida pero con un gran coste humano.
Para conseguir la movilización general de la población soviética, Stalin estableció una de las más brutales dictaduras de la historia. Las grandes “purgas” en los años treinta y el establecimiento de un inmenso sistema de campos de concentración, el Gulag, permitieron al “Zar Rojo” controlar con mano férrea la sociedad soviética.
Stalin no hubiera podido nunca llevar a la práctica un programa económico con tan terribles costes sociales sin mantener un control férreo de la sociedad y el estado soviético. Desde un principio, su política se basó en la aplicación del terror generalizado contra todos sus reales o supuestos enemigos:

 Los “trostkistas”
 los campesinos contrarios a la colectivización,
 cualquier persona “socialmente peligrosa”

Todos fueron perseguidos de forma sistemática.
Una característica específica de la dictadura estalinista fue la importancia de la represión dentro del propio partido comunista. Mediante una serie de “purgas”, persecuciones internas, que acabaron con cualquier tipo de oposición, Stalin consiguió un control absoluto del PCUS.

Esquemas tema 7

Las “grandes purgas” o “procesos de Moscú”, se iniciaron en 1934. En los años siguientes una ola de terror barrió la URSS. Una serie de juicios-farsa en los que muchos viejos dirigentes bolcheviques confesaban los “supuestos” peores crímenes contrarrevolucionarios. Tras ser torturados e intimidados, los miembros de la “vieja guardia bolchevique” confesaban que habían conspirando contra la revolución. Los datos son expresivos. En 1939, el 70 por ciento de los miembros del Comité Central del partido en 1934 habían sido purgados. Entre los oficiales de las fuerzas armadas, el 90 por ciento de los generales fueron ejecutados o deportados a campos del Gulag. Las purgas tuvieron su colofón en el asesinato de Trotsky en México en 1940

Los niños esclavos del Gulag

La represión no afectó sólo a los miembros del partido. La sociedad soviética en su conjunto sufrió las consecuencias de la dictadura. En la “purga” de 1937-1938, más de un millón setecientas mil personas fueron arrestadas por acusaciones de índole política. El número de personas “purgadas” de sus cargos superó los dos millones. Se calcula que más de 700.000 soviéticos fueron ejecutados.

Evolución del número de prisioneros en el gulag estalinista

Como consecuencia lógica de la concentración de poder en manos de Stalin, en la URSS se instituyó un verdadero “culto a la personalidad” del líder. La figura de Stalin fue sometida a una continua adulación, a una verdadera adoración, en todos los estamentos de la sociedad soviética.

6.- EL SUFRAGIO DE LA MUJER
6.1. MUJER Y REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Las mujeres durante la Revolución Industrial - una Wiki en el Colegio  Estudio

Las mujeres también participaron en la aparición y consolidación de la sociedad industrial, aunque no todas lo hicieron de la misma forma, ya que la situación social de las mujeres burguesas era distinta de las obreras. Pero, por encima de las diferencias de clase, la discriminación política, económica y legal era un hecho común. En este contexto surgió el feminismo, que tuvo como primer movimiento organizado el sufragismo.


El sistema político liberal introdujo las libertades individuales y la igualdad ante la ley, pero excluyó a las mujeres de sus teorías igualitarias. La industrialización, por su parte, favoreció la incorporación de las mujeres a las fábricas, pero en condiciones de gran explotación: las mujeres obreras estuvieron aún peor pagadas que los hombres y tenían que asumir la doble jornada que suponía el trabajo en la fábrica y en el hogar.


Las mujeres burguesas no sufrieron la explotación económica, pero se vieron cada vez más relegadas al ámbito doméstico, limitadas en sus aspiraciones personales, educativas, profesionales y políticas, y discriminadas legalmente.

6.1.2 El movimiento sufragista.

Estas mujeres iniciaron, a mediados del XIX, el movimiento sufragista o de reivindicación del derecho al voto como primer paso para conseguir los mismos derechos políticos que los hombres.
La primera manifestación colectiva del deseo de conseguir la equiparación política y social con los hombres tuvo lugar en EEUU en 1848.


Las mujeres obreras tardaron más en hacer oír su voz. En el seno de las organizaciones sindicales y los partidos obreros antepusieron la demanda de las mejoras de clase a sus reivindicaciones específicas.


Los cambios políticos, económicos y sociales que vinieron unidos a lo que los historiadores han denominado “Segunda Revolución Industrial”, iniciada en la década de 1870, provocaron una clara aceleración del movimiento feminista en el último tercio del siglo XIX. El mayor protagonismo y seguimiento del feminismo estuvo condicionado por claros cambios sociales en los países más desarrollados.

El movimiento sufragista - historiaweb


En Gran Bretaña, por ejemplo, a principios del siglo XX, el 70.8% de las mujeres solteras, entre 20 y 45 años, tenían un trabajo remunerado. También en el Reino Unido, en 1850 se observaba cómo el número absoluto de mujeres solteras mayores de 45 años, había crecido entre las clases medias.

La «carrera del matrimonio» registraba así un cierto retroceso para muchas mujeres, no sólo como proyecto de vida, sino también como opción económica.

El movimiento sufragista no estuvo constituido por grandes masas y arraigó con más fuerza en las mujeres urbanas de clase media que poseían un cierto grado de educación. Las obreras antepusieron sus reivindicaciones de clase a sus propios intereses como mujeres. Las campesinas por su baja formación, su dedicación íntegra al trabajo, la carencia de tiempo libre y su aislamiento, fueron las últimas y más reacias a incorporarse a los movimientos emancipadores femeninos.

6.1.3. Mujer y Primer Guerra Mundial

Otro elemento clave lo constituyó la incorporación de la mujer al trabajo durante la Primera Guerra Mundial para sustituir a los hombres que habían marchado al frente.
La conciencia de su valor social alentó sus demandas del derecho de sufragio en casi todos los países.
La gran envergadura del conflicto, pues es muy grande la cantidad de tropas movilizadas, hizo que la industria, motor de la guerra, necesitara trabajadores. Es entonces cuando se pensó en las mujeres, y aunque se encuentran con la opinión en contra de la mayoría de los hombres, las féminas saben cumplir con su papel. El rol potenciado durante siglos de que la mujer sólo cuida la casa y los hijos, mientras que el hombre se gana el jornal, había quedado obsoleto. Durante la guerra la mano de obra femenina supuso el 40% de la producción y gran parte de la industria armamentística dependió de su labor.

Pero no todas estaban empleadas en las fábricas, ya que junto a las enfermeras hubo mujeres encargadas de los transportes públicos, oficinas gubernamentales, y de cuerpos de orden ciudadano.

6.1.4. La extensión del derecho al sufragio femenino.

Ante la realidad consumada de la igualdad y a través de una lucha permanente, las mujeres comenzaron a obtener el voto. Señalaban que si eran iguales para trabajar y luchar, deberían serlo para votar.
Poco después de la Guerra, Alemania les dio el derecho al voto a las mujeres. En Inglaterra en 1918, las mujeres mayores de 30 años el derecho a vota, aunque no fue hasta 1928 que las mujeres mayores de 21 años pudieron hacerlo; de hecho, casi todos los países recién creados tras la Guerra, les permitieron a las mujeres votar y entre los países ganadores, sólo Francia no lo hizo.
En España tal autorización se retrasó hasta el año 1931 con la proclamación de la Segunda República.